Toda historia se puede expresar de distintas maneras. Por eso, hay que diferenciar entre argumento y narración.
El argumento es la historia en sí; lo que ocurre en ella. La narración es cómo se presenta esta historia al lector o al espectador.
Cada lenguaje expresivo permite unas técnicas narrativas distintas, que llevan a una presentación diferente de una misma historia. Por ejemplo, en la adaptación de una novela a cine, no son necesarias las descripciones, porque la narración audiovisual ya refleja ese contenido mientras avanza la acción, de manera que no es necesario dedicar un fragmento a la pintura visual y otro a la historia: todo aparece junto. En una adaptación, el argumento es compartido, pero la narración es distinta.
Aparte de eso, argumento y narración tienen algunas particularidades que las diferencian entre sí.
El argumento
El argumento es el que desarrolla la acción narrativa; es decir, lo que ocurre en la historia.
La acción se basa en el planteamiento de un conflicto y la búsqueda de su solución. Esta búsqueda constituye la acción narrativa y, pese a la multiplicidad de argumentos, siempre tiene las mismas características.
La estructura argumental
Todo argumento tiene la misma estructura argumental, aunque ésta no tiene por qué coincidir con la estructura de la narración. En ambos casos, la estructura tiene las mismas partes, pero puede tener diferente contenido:
- Presentación: es la situación inicial, antes de que surja el conflicto. Sirve para presentar a los personajes y el contexto en el que surge el conflicto.
- Nudo: es donde se desarrolla el conflicto. Se inicia cuando éste surge y finaliza cuando se resuelve.
- Desenlace: es la situación final; cómo quedan los personajes cuando el conflicto se ha resuelto.
El avance argumental
La acción avanza gracias al avance argumental, es decir, a la consecución de incidentes.
Un incidente es cualquier acción de los personajes o acontecimiento que tiene lugar en la historia, pero no todos los incidentes avanzan la acción. Por eso, hay varios tipos de incidentes, de los cuales, sólo los argumentales desarrollan este avance y, entre éstos, los puntos de giro son los que más, pues dan lugar a nuevas situaciones.
El avance argumental surge de la acumulación de incidentes, desde el inicio hasta el final de la historia. Esa acumulación es necesariamente cronológica y causal: cada incidente ocurre después del anterior, porque, a su vez, puede ser causa del siguiente: un personaje no puede salir de un hoyo si primero no se ha caído en él. En la narración, se puede alterar la cronología, pero en el argumento ésta es necesaria para crear la coherencia argumental.
La coherencia argumental
La coherencia argumental es lo que hace que la historia sea lógica y se produce gracias a dos características:
- Unidad temática: el argumento desarrolla un único conflicto, con su desencadenante y su resolución. A veces hay líneas argumentales secundarias, pero éstas no deben causar el abandono del argumento principal sin que éste se resuelva.
- Causalidad: en el avance argumental, todo incidente es causado por uno anterior o por características del universo narrativo. Cuando algo ocurre porque sí, sin una causa lógica, surge una incoherencia y el lector percibe que algo falla en esa historia.
Los elementos de la narración en el argumento
Los elementos de la narración que configuran el argumento son los personajes, el espacio y el tiempo. Todos ellos contribuyen a la creación argumental, participando en mayor o menor medida.
La narración
La narración es la forma en la que se presenta el argumento. Está basada en éste, pero la narración puede alterar cómo la acción llega al lector.
La narración puede alterar el argumento a través de tres medios:
- Extensión: es la cantidad de texto dedicada a la narración de uno o un conjunto de incidentes. Modifica la presentación del argumento de dos formas: dando mayor o menor extensión a la narración de un incidente y añadiendo digresiones, es decir, fragmentos de texto que no contribuyen al avance argumental.
- Orden: es el orden en el que la narración presenta los incidentes de la acción. Cuando el orden coincide con el argumento, la narración es lineal; pero las narraciones no lineales plantean una presentación desordenada, adelantando o retrasando información argumental. Por ejemplo: un relato de misterio comienza cuando encuentran el cadáver, pero en realidad el argumento empieza cuando se comete el asesinato. Aunque esto no sea desvelado hasta el final, argumentalmente, es el inicio de la acción.
- Punto de vista: es la perspectiva desde la que es presentada la historia. Depende del tipo de narrador y de cómo focalice las diversas situaciones. Puede haber una perspectiva única y omnisciente o ser parcial y combinar diferentes puntos de vista, omitiendo ciertas informaciones argumentales.
Además, la narración, entendida como relato, incluye tres formas textuales:
- Narración: es la presentación de los incidentes, de lo que ocurre en la historia. La mayor parte de la narración desarrolla el avance argumental, pero algunas digresiones pueden ser narrativas.
- Descripción: es la pintura verbal de elementos visuales, para que el lector pueda hacerse una representación imaginaria de cómo es la escena narrada.
- Diálogo: son las palabras de los personajes; sus conversaciones. A veces sí contribuyen al avance de la acción, pero otras veces tienen funciones más caracterizadoras.
Entre los elementos de la narración, el que es propio a ésta es el narrador: él es el que decide cómo presentar el argumento, si meter o no digresiones, en qué orden, desde qué puntos de vista, si describir o dar voz a los personajes…Como máscara del autor, el narrador es el mediador por excelencia entre la acción y el lector y la figura más característica de la narración literaria.
Cómo citar este artículo: Aranda, M.P. (2020). La acción narrativa. Trucos de Pluma. Recuperado el dd/mm/aaaa de https://trucosdepluma.com/teoria-para-escritores/tecnica-narrativa/argumento/
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