El universo narrativo es el mundo concreto en el que transcurre la acción de una historia.
El concepto parte de la aceptación de la verosimilitud como base de la credibilidad de una ficción. Esto permite la creación de universos narrativos diferentes del real y la valoración de aquellos más ficticios e imaginarios no desde el punto de vista del realismo del mundo representado, sino desde la coherencia interna de este mundo.
Son cuatro los elementos que conforman un universo narrativo: el mundo de ficción, las coordenadas espacio-temporales, la sociedad representada y la imago mundi de esa sociedad.
El mundo de ficción
Lo primero que necesitamos para crear un universo narrativo es definir el mundo de ficción en el que vamos a enmarcar la acción. Esta decisión determinará nuestro grado de libertad creativa, pues si escogemos un mundo realista, deberemos ceñirnos completamente a lo posible en el mundo real, mientras que si optamos por uno maravilloso, podremos dejar volar la imaginación a la hora de crear todos los elementos que conforman nuestro universo narrativo.
Las coordenadas espacio-temporales
Independientemente del mundo de ficción elegido, las coordenadas espacio-temporales determinarán gran parte de las posibilidades de desarrollo del universo narrativo.
En un mundo ficcional realista, esto supone remitirnos a un tiempo histórico concreto, lo que conlleva la necesaria coherencia de las acciones narrativas con la sociedad y la imago mundi propias de ese tiempo, así como la imposibilidad de introducir objetos posteriores a él. Por ejemplo, si hemos elegido una Edad Media francesa, hemos de ser conscientes de que elementos como un mamut prehistórico, un automóvil o, simplemente, un traje de chaqueta no pertenecen a ese contexto, por lo que su introducción causará una debilitación del universo narrativo.
En un mundo maravilloso, el contexto espacio-temporal limita las posibilidades de creación, debiéndonos ajustar en parte a los códigos sociales y a la imago mundi propias de esa época. Por ejemplo, no es usual encontrar una pistola láser en un universo medieval o un caballero medieval en un universo futurista, por lo que de introducirlos hemos de serconscientes de que estamos planteando una mezcla temporal que deberemos justificar en el diseño de la sociedad que planteemos para nuestro universo ficcional.
La sociedad
La sociedad es uno de los elementos más importantes para crear el universo de ficción por dos razones: la primera es que sirve como punto de referencia fundamental para conseguir la verosimilitud y que el universo resulte creíble al lector; la segunda, que al estar los personajes insertos en un medio social, determina las relaciones entre ellos y, en parte, el desarrollo de la acción. Por ello, debemos tener claro el tipo de sociedad que vamos a plantear en nuestro universo narrativo
La sociedad del universo narrativo se basa en esquemas sociales reales, que son representados con mayor o menor fiabilidad a la realidad. Incluso cuando se presentan estructuras sociales propias de un mundo maravilloso, éstas responden a planteamientos que ya han tenido lugar o que han sido expuestos en la filosofía socio-política, pese a no haber sido llevados a cabo.
En cualquier caso, toda sociedad ficcional se compone de las tres esferas fundamentales, interrelacionadas e interdependientes entre sí:
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Política: plantea un régimen político concreto y las instituciones relacionadas con él, así como determina las leyes y normas sociales.
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Económica: se establece en base al uso y disfrute de los recursos, a la separación en diferentes niveles. Es establecida por la esfera política y puede afectar a la configuración de la esfera social.
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Social: divide las clases sociales y, por tanto, sus derechos y deberes. Es establecida por la política y a veces por la económica.
A su vez, las esferas sociales tienen una relación de retroalimentación con la imago mundi, que en parte las inspira y en parte se concreta en ellas.
La imago mundi
Es la imagen del mundo que tiene la sociedad (ficcional o real) y, por tanto, los personajes que viven en ella. En ella se plasma la visión que una comunidad o cultura tiene del mundo que la rodea.
La imago mundi está configurada por las creencias y las ideologías. A ella pertenecen ámbitos como la religión y la filosofía, que a su vez se ven alteradas por los avances científicos y sociales, o las expresiones artísticas, que resultan y plasman la realidad en la que son producidas. Por ello, el contexto espacio-temporal y la sociedad de nuestro universo narrativo condicionan en gran parte la imago mundi de nuestros personajes.
Normalmente, este elemento del universo narrativo se basa, al igual que el modelo de sociedad, en la realidad, quedando plasmado en variaciones de las costumbres de una comunidad o cultura existente. Así, en nuestra ficción podemos plantearlo de dos maneras: a través de actos sociales con un gran número de asistentes, que ponen de manifiesto la importancia de ese matiz cultural, a la vez que ayudan a presentar la sociedad de nuestro universo narrativo; a través de pequeños gestos de los personajes, lo que no sólo permite dar mayor cohesión a este universo, sino también profundizar en su caracterización psicológica mediante su afinidad por tal o cual creencia o ideología.
Cómo citar este artículo: Aranda, M.P. (2018). Universo narrativo. Trucos de Pluma. Recuperado el dd/mm/aaaa de https://trucosdepluma.com/teoria-para-escritores/diccionario-del-escritor/universo-narrativo/
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