El narrador personal

 

El narrador personal es un narrador intradiegético que pertenece al universo narrativo; es decir, un personaje.

La combinación de su doble naturaleza de narrador y personaje hace de este narrador un personaje focal, sujeto a una focalización fija. A su vez, esta focalización siempre es interna respecto al narrador-personaje y externa respecto al resto de personajes.

Por ello, el narrador personal tiene un punto de vista parcial, condicionado por su conocimiento de la acción como participante de ésta, y subjetivo, influido por su caracterización psicológica como personaje.

Sin embargo, como tal, su diferente grado de participación en la acción define tres tipos de narrador personal:

 

El narrador protagonista

También conocido como narrador autodiegético, es el personaje central de la historia ―aquel a quien le ocurren los incidentes de la acción― y tiene función actancial de sujeto. Por tanto, su participación en la acción es predominante, pues ésta gira en torno a él.

Por ello, es un narrador explícito que utiliza la primera persona narrativa y se caracteriza por una fuerte presencia en el relato y la mayor precisión de la información.

Sin embargo, los rasgos autobiográficos del narrador protagonista pueden plantear una falsa sensación de fiabilidad, pues esta precisión está condicionada por la psicología del personaje. Además, la distancia entre el tiempo de la acción y el de la narración puede provocar distintos grados de subjetividad respecto a la primera, en función del juicio que el personaje haya realizado a lo largo del tiempo.

Un claro ejemplo de la subjetividad por caracterización psicológica son los narradores de E.A. Poe o Guy de Maupassant exponen realidades deformadas por sus obsesiones internas, mientras que el narrador autobiográfico del Lazarillo de Tormes es el narrador enjuiciador por excelencia, que reflexiona moralmente sobre su vida.

 

El narrador testigo

Es aquel que, siendo un personaje de la acción, no es protagonista de la misma, sino que narra los incidentes protagonizados por otro personaje.

Según su función dramática, se distinguen dos tipos: el homodiegético es un personaje secundario ―normalmente, con función actancial de ayudante del protagonista― y participa en la acción desde una posición más o menos periférica; el heterodiegético es un personaje terciario que simplemente presencia u observa la acción, pero no participa de la misma.

Esta diferencia se refleja en la precisión de la información, pero también en su grado de subjetividad: el narrador homodiegético será más preciso que el narrador heterodiegético, pero también más subjetivo debido a su implicación en la acción y su relación con el protagonista. Por su parte, el narrador homodiegético, gracias a su visión distanciada, tendrá una actitud más analítica y objetiva.

En ambos casos, el narrador testigo combina la tercera persona, con la que narra las acciones del personaje protagonista, con la primera. Sin embargo, el uso de esta última varía: el homodiegético, la utilizará para narrar sus propias acciones y poner de relevancia su naturaleza de observador, mientras que el heterodiegético sólo la usará para esto último.

El narrador testigo más conocido e el doctor Watson, fiel ayudante de Sherlock Holmes. Aunque el personaje original de Conan Doyle es homodiegético, otras versiones, como las de Poncela, lo han planteado como narrador homodiegético.

 

El narrador informante

El narrador informante forma parte del universo narrativo, pero no participa de la acción, sino que la conoce gracias al testimonio de otros personajes o a la investigación documental de los incidentes.

Suele ser un personaje incidental, conocido del protagonista o de algún personaje secundario, con el que se ficcionaliza la técnica narrativa del relato testimonial. Se caracteriza por una marcada distancia temporal entre la acción y la narración, definida por el tiempo dedicado a la investigación.

Su presencia en la narración es mínima y sólo utiliza la primera persona para referir cómo consiguió la información sobre la historia y, en ocasiones, sus consecuencias.

Un ejemplo de narrador informante es el de El rastro de tu sangre en la nieve, de García Márquez, en el que el narrador personal sólo se hace explícito en tres ocasiones a lo largo de todo el relato.

 

 

Bibliografía

Cómo citar este artículo: Aranda, M.P. (2022). El narrador personal. Trucos de Pluma. Recuperado el dd/mm/aaaa de https://trucosdepluma.com/teoria-para-escritores/tecnica-narrativa/narrador/narrador-personal/ 

 

En el cuso Creación Literaria: Iniciación te enseñamos a utilizar este contenido teórico de manera práctica en tus relatos,

para que puedas mejorar y enriquecer tu técnica narrativa.